Suelo pélvico y defecación

Suelo pélvico y defecación: consejos prácticos para una vida saludable

Por Rosa Nieto Pascual
4 de diciembre de 2024

Suelo pélvico y defecación, ¿qué debes tener en cuenta para protegerlo? La defecación es el proceso de expulsión de heces a través del ano y necesario para eliminar los desechos del sistema digestivo y mantener una buena salud intestinal. Es controlado por el sistema nervioso y puede ser influenciado por factores como la dieta, la actividad física y la hidratación.

Es un proceso complejo en el que están involucrados varios músculos y nervios en el tracto gastrointestinal y del suelo pélvico.  Cuando las heces llegan al recto, se estimulan los receptores nerviosos que envían señales al cerebro indicando la necesidad de defecar. En respuesta a esta señal, el músculo puborrectal se relaja y permite que el recto se abra para la eliminación de las heces, a la vez que los músculos abdominales se contraen para ayudar a empujar las heces hacia el exterior. Después de la defecación, el músculo puborrectal se contrae nuevamente para cerrar el recto y prevenir la incontinencia fecal. Este proceso se repite varias veces al día y es esencial para mantener una buena salud intestinal y prevenir problemas como el estreñimiento y/o incontinencia fecal.

Suelo pélvico y defecación

Y te preguntarás, ¿qué tiene que ver este proceso con el suelo pélvico? Pues mucho, ya que el suelo pélvico juega un papel importante en el control de dicho proceso. Durante la evacuación intestinal, los músculos del suelo pélvico se relajan para permitir que las heces pasen por el recto y el ano. Sin embargo, si estos músculos están debilitados o dañados, puede haber dificultades para evacuar las heces, lo que puede provocar estreñimiento o incontinencia fecal.

La postura defecatoria

La postura que adoptamos al defecar (postura defecatoria)  influye en la función del suelo pélvico durante la evacuación intestinal. La postura natural para defecar es la posición en cuclillas, que permite una apertura más amplia del recto y una relajación completa de los músculos del suelo pélvico (especialmente del puborectal *). Sin embargo, la mayoría de las personas utilizamos el inodoro occidental, que implica sentarse en una posición más vertical. Esto puede dificultar la evacuación intestinal y aumentar la presión en el suelo pélvico, contribuyendo a problemas como hemorroides, prolapsos y debilidad muscular.

Por lo tanto, se recomienda utilizar un taburete (Squatty Potty) para elevar los pies durante la defecación y adoptar una postura más natural en cuclillas para mejorar la función del suelo pélvico y prevenir otras disfunciones.

(*) El músculo puborectal rodea el recto y se contrae para mantenerlo cerrado y evitar la incontinencia fecal. Durante la defecación, el músculo puborrectal se relaja para permitir la apertura del recto y la eliminación de las heces. Sin, embargo, si el músculo puborectal está debilitado o no funciona correctamente, puede haber dificultades para evacuar las heces y aumentar el riesgo de incontinencia fecal. Mantener el suelo pélvico en buen estado también ayudará a mantener la correcta función de este músculo.

¿Qué debes tener en cuenta a la hora de ir al baño?

A la hora de ir al baño debemos tener en cuenta lo siguiente:

  • Es esencial ir al baño “con ganas”, es decir, no nos sentamos en el baño a probar si nos vienen ganas de evacuar. Cuándo sentimos la ampolla rectal llena (ganas de defecar) acudimos al baño, no antes.
  • No estamos sentadas en el inodoro haciendo otras actividades (como mirar el móvil o leer), ya que eso supone un aumento de presión importante en el suelo pélvico por un tiempo innecesario. 
  • No apretamos para empujar las heces hacia el exterior, esto también debilita el suelo pélvico y puede provocar disfunciones en un futuro. Tampoco aguantamos la respiración para hacer más fuerza. Las heces deben salir sin esfuerzo. si tenemos estreñimiento o la consistencia de las heces es demasiado dura o seca, es importante hacer cambios alimentarios para solucionar este problema. Pero ¡hay que evitar apretar para defecar!
  • La postura correcta para defecar sería con los pies elevados, dejando que las rodillas queden por encima de nuestra pelvis, la espalda recta, respirando con normalidad, y acompañando la exhalación con contracción de nuestro abdomen. (Es ideal usar un pequeño taburete para apoyar los pies)

Por lo tanto, es importante mantener el suelo pélvico en buen estado para prevenir problemas de defecación y otros problemas relacionados con la salud pélvica; pero también es importante adoptar hábitos alimentarios saludables y mantener una buena hidratación para regular el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento.

Cuidar tu suelo pélvico implica también cuidar tu digestión, cuidar lo que comes y lo que tu cuerpo expulsa y cómo lo expulsa. Porque el suelo pélvico, es mucho más ☺

Un abrazo muy fuertote,

Rosa Nieto Pascual

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Sobre la autora

Fisioterapeuta especialista en salud de la mujer. Rosa Nieto Pascual es fisioterapeuta y mamá de dos peques de 7 y 4 años. Desde que dejó la universidad tuvo claro que lo suyo era el embarazo y el suelo pélvico. Desarrolla su carrera profesional en hospitales, centros privados y en centros deportivos.⁣⁣

3 Comentarios

  1. ¡Me encantó tu artículo sobre el suelo pélvico y la defecación! Ofreciste una gran cantidad de información valiosa y consejos prácticos que pueden ayudar a mejorar la salud intestinal y prevenir problemas como el estreñimiento y la incontinencia fecal. Además, tus explicaciones detalladas sobre cómo funciona el proceso de defecación y cómo se relaciona con el suelo pélvico fueron muy claras y fáciles de entender. En general, ¡fue una lectura muy educativa y útil! ¡Gracias por compartir tus conocimientos con nosotros!

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    • ¡Muchas gracias, Rocío! Nos alegra que te haya gustado este contenido y, sobre todo, que sea de utilidad. ¡Un abrazo!

      Responder
  2. Muchas gracias Rocío, es un placer hacer este tipo de contenidos y que os resulte útil ☺
    Un beso

    Responder

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